domingo, 3 de diciembre de 2017

Fernando Torres: Un llamado de acción

Nota que me hizo la revista DonWeb ( http://heroesdonweb.com ).
enlace: http://heroesdonweb.com/fernando-torres-llamado-accion/


Sabiendo esto, Fernando Torres, desarrollador independiente y estudiante de la Universidad Nacional General Sarmiento (UNGS), dejó de hacer el camino que todos hacemos, el predecible, el que busca asegurarnos la vida después de estudiar y forjar una carrera, dejó el sueldo fijo y los horarios de oficina, los llamados de clientes y las respuestas mecánicas con conocimientos bien aprendidos y escogió jugar. Abrazado a la idea de que el juego ofrece un porcentaje importante de ideas, él se lanzó como emprendedor creando desarrollos lúdicos que lo ayuden a vivir mejor, pero que principalmente, mejoren la calidad de vida de los niños con discapacidad.
En el trayecto formó un equipo con Eduardo Cachizumba y Maximiliano Troisi, con quienes trabajó y lanzó Proyecto Juega Juampi! En una entrevista conoceremos a Fernando, su manera de ver el emprendedurismo y su desarrollo tecnológico que es más su proyecto de vida que un simple software.

Héroes- ¿De qué se trata el Proyecto Juega Juampi?
Fernando- El proyecto Juega Juampi! se trata del desarrollo y la implementación de tecnologías de estimulación cognitiva y multisensorial para niños y jóvenes con discapacidad. Eduardo, Maximiliano y yo formamos un equipo y trabajamos en conjunto con familias con niños con discapacidad, escuelas especiales, organizaciones y especialistas. El proyecto tiene dos objetivos, uno comercial y otro solidario. Queremos lanzar a la venta una serie de productos y también continuar con las campañas de donaciones que realizamos, en donde entregamos nuestras herramientas a quienes más lo necesitan.
Antes de Juega Juampi! Encaré, junto con un equipo, un desarrollo llamado “Proyecto LUNA”, el cual consistía en la realización de juegos informáticos para niños con autismo. Lo realizamos en conjunto con la ONG TEA de Esteban Echeverría. En el día de la presentación, asistieron más de 40 niños que se acercaron a probar los juegos desarrollados. Sin embargo, uno de los niños que estaban jugando además de tener un presunto diagnóstico de autismo, era ciego. Se trataba de Juampi. Él no podía jugar a los juegos que había desarrollado y tuve la necesidad de realizar algo para que Juampi pueda jugar, así fue como comencé a buscar formas de estimular a niños con otras discapacidades, como la ceguera.

Héroes- ¿Por qué a través de los juegos?
Fernando- Te voy a contar una experiencia que lo grafica mejor. Luki tiene 5 años y vive en Buenos Aires, posee discapacidad motriz, sordera y movimientos involuntarios que también afectan su desarrollo cognitivo. En la terapia ocupacional se está tratando de que elija entre dos tarjetas, pero con su problema motriz sumado a la sordera se está complicando mucho.
Probamos el dispositivo con él y obtuvimos muy buenos resultados. Si bien al principio no le gustaba, se sentía incómodo, quizás porque no entendía bien qué estaba sucediendo, dejamos que descanse unos minutos y volvimos a probar. En el segundo intento la expresión de Luki era diferente porque observaba de manera fija la pelota, sus manos, el movimiento. Comenzaba a entender de qué se trataba. Por primera vez en su vida había logrado mover algo por lo menos de manera virtual. Junto con sus padres nos emocionamos todos y nos pusimos muy contentos.
Esto me sirvió muchísimo para entender cuál es el potencial de avance que los niños llevan dentro de él.  Existe un disparador que empuja y motiva al chico para que haga algo más. Y eso puede ser una pelota, un sonido, cualquier cosa. Y si a dicho estimulo, se lo piensa bien, se plantea y se busca una manera de sistematizarlo dentro de un software los resultados pueden ser increíbles. En realidad, lo que hace el software es el 1% del resultado, el resto es el esfuerzo y la habilidad del niño por querer crecer. Y es muy lindo poder aportar en ese 1%.
Para Fernando, como para los compañeros de equipo, los primeros pasos de Proyecto Juega Juampi! fueron estimulantes. Con las puestas a prueba del mismo llegaron los reconocimientos. En lo que va del año ganaron los premios INNOVAR 2017, obtuvieron el Presupuesto Participativo UNGS 2017 y se convirtieron en finalistas de IDEAR 2017, llevándose consigo una impresora 3D como premio. Sin embargo, Fernando y su equipo de trabajo no iban en busca de los galardones. Para él, emprender siempre estuvo de la mano de las causas sociales.
Héroes- ¿Te solidarizás con las causas sociales por medio de tus emprendimientos?
Fernando- Siempre existe la forma de hacer un bien a la sociedad sin que esto signifique no conseguir nada a cambio. Claro que quisiera vivir de mis emprendimientos y darle toda mi dedicación. Estamos muy cerca de lanzar un producto a la venta, y esto no quiere decir que deje de solidarizarme, todo lo contrario. Hace unos meses, entregamos un dispositivo a una escuela para ciegos en Monte Grande (son 4hs de viaje desde mi hogar). Cuando decidimos hacerlo, no teníamos nada, ni un solo peso. Entonces, realizamos una campaña de donación por medio de Facebook, en la cual pedíamos ayuda para recaudar $1500, fíjate que tampoco es mucho. Las personas fueron donando de a $20, $30 o $100, toda la ayuda venía bien, era mucho. En dos días juntamos la plata para comprar los materiales necesarios, luego lo armamos y lo entregamos.  Dicho dispositivo sirve para la educación por medio de estimulación táctil y actualmente lo están utilizando. Las maestras nos envían videos de cómo lo utilizan, y puedo asegurarte que ver eso es mucho más gratificante que cualquier premio que hayamos ganado.

Por otro lado, es imposible no hacerlo, o por lo menos yo no podría. Desde que comencé a desarrollar para personas con discapacidad he aprendido muchísimo hablando con ellos y con sus familias. Sobre las dificultades que la sociedad les impone: los problemas para usar una computadora, las miles de trabas que las escuelas “normales” le ponen a los padres que quieren que su hijo con discapacidad concurra, o los problemas para poder sacar el CUD (Certificado Único de Discapacidad), la quita de pensiones, etc. Hay muchísimos problemas, muchísimas causas en las cuales hay que atender y creo que si yo estoy tratando de ayudar por medio de mis desarrollos, no podría no estar al tanto, ni tampoco ser ajeno y sensible a ello.
Y también sería poco inteligente para un negocio. Si yo sé que el 90% de los niños con discapacidad pertenecen a una familia de clase media baja o baja, ¿Qué voy hacer? ¿Desarrollar un producto que valga cinco mil pesos? ¿A quién voy a apuntar? Muchos deciden apuntar a ese 10%, yo prefiero quedarme con el otro porcentaje.
Además, muchos de los emprendimientos nacen de problemáticas a resolver, que a veces son causas sociales.

Hay que destacar que emprender no es sencillo, aun cuando se puede tener el empuje para hacerlo, para Fernando hay que sostenerse en la confianza en uno mismo, pero por sobre todo recomienda compartir los proyectos y las ideas con la familia y amigos, asegura que “es imposible hacerlo solo”, al tiempo que agrega “Algo que siempre le digo a mis colegas, es que se descubran a ellos mismos. Cuando hablo del potencial que tienen los niños con discapacidad para superarse y ser más independientes, tenemos que entender que eso también nos sucede a nosotros, a los que tenemos curiosidad por emprender. Recibimos estímulos, un problema, algo que nos dispara a crear, pero muy pocos saben de lo que son capaces de hacer y de la capacidad que tienen. Creo que cuando nos damos cuenta del poder que tenemos para emprender, crear y cambiar la realidad, somos imparables. Pero cuidado, nunca hay que hacerlo solos, yo nunca voy a saber todo lo que sabe un terapeuta ocupacional, un psicopedagogo o un educador especial, pero puedo y debo trabajar en conjunto con ellos. Nunca voy a saber cómo se siente ser ciego, sin embargo, puedo sentarme con un amigo y preguntarle cómo se siente y que puedo hacer para ayudarlo”.

Héroes- ¿En algún momento sentiste que podías abandonar el Proyecto?
Fernando- Seguro, siempre tuve miedo de que pueda suceder. Al comienzo, ese miedo era muy grande y a medida que voy avanzando es cada vez menor. Sin embargo, es una incertidumbre que siempre está presente y que creo que también me sirve mucho para progresar. Si yo no tuviese presente la posibilidad de que todo se detenga, no buscaría nuevas maneras para mejorar. Yo creo que el miedo a veces sirve para mantenernos a salvo. Y es ese miedo el que creo que también me motiva.

Héroes- ¿Por qué te animaste a jugar?
Fernando- Con el Proyecto Juega Juampi! Encontré la manera de poder coalicionar todo lo que venía haciendo. Ya no era un proyecto solo para chicos con autismo, solo para ciegos, o solo para sordos. Eso era algo que siempre me dejaba insatisfecho. Con Juampi me sucedió que había realizado algo para muchos niños, tenía una alegría enorme.
Todo el proceso posterior, las visitas a su casa, con su familia, la vinculación con la escuela especial en donde asiste, todo ese trabajo fue y es constante. Siempre preguntando qué podemos hacer para ayudar, proponiendo ideas, conversando. Jamás desarrollé algo sin consultarlo y sin probarlo. No somos grandes inventores sólo entendemos que hay muchísimas cosas que no sabemos y a partir de ello es que salimos a preguntar, a pedir ayuda para poder darla después por medio de nuestro trabajo. Por eso siempre digo que el proyecto Juega Juampi! es 50% desarrollo tecnológico y 50% acción social. No nos quedamos en el laboratorio esperando que llegue una idea innovadora, salimos a buscarla.
Héroes- ¿El juego y la tecnología son aliados para ayudar a los niños con discapacidad?
Fernando- Todo está pensado y desarrollado para personas que vienen en un envase específico, en un cuerpo específico, con lo que siempre quedan por fuera del alcance miles de personas que poseen alguna discapacidad. Paradójicamente, nos olvidamos de nosotros mismos, ya que (Según el último censo nacional) sólo el 4% de la población Argentina que posee algún tipo de discapacidad, la tiene de nacimiento, todo el resto la contrajo debido a algún accidente a lo largo de su vida. Por esto mismo, yo creo que éste trabajo en particular debe ser compromiso de todos, y con esto no estoy diciendo que todos salgamos a hacer programas para chicos con discapacidad -aunque sería algo hermoso- sino sólo que, al momento de desarrollar y de crear, ya sea una aplicación, un edificio, un auto, o lo que fuera, nos tomemos un segundo para pensar si será accesible para todos o, por lo menos, para la mayoría.